La iluminación de un hogar o un lugar de trabajo es algo complejo y puede llegar a ser un saco roto de gastos. Es muy importante conocer los tipos de bombilla para poder evitar esos gastos superfluos y para ahorrar una pequeña suma mensual que a la larga marca una gran diferencia.
Alrededor de un 20% del gasto eléctrico de un hogar o una empresa proviene de la iluminación. Es decir, de cada 100 euros que pagamos de luz, 20 euros son solo para los gastos que generan las bombillas. Sin embargo, la mayoría de las personas solo se acuerdan de la importancia de las bombillas cuando estas se estropean y acaba su vida útil y, por ende, hay que cambiarlas. Las bombillas son muy importantes y con esto nos referimos tanto a su precio como a lo que gastan ala larga (cosa que se ve reflejada en cada factura de la luz).
Pasos a seguir para elegir la bombilla adecuada
La bombilla perfecta no existe, ya que es algo relativo para cada persona. Sin embargo, podemos clasificar las bombillas por la luz intensa que dan, el consumo y el rendimiento que generan y la vida útil. Las bombillas incandescentes son las típicas y tradicionales que conocemos todos, no obstante, hay una gran variedad de bombillas que no todo el mundo conoce y que resulta interesante mencionar.
Bombillas incandescentes
Aunque aún podemos encontrarlas y comprarlas en las tiendas, su fabricación está prohibida en la Unión Europea debido a su rendimiento y consumo muy poco ecológico. Las bombillas incandescentes aportan una luz muy cálida y acogedora, son muy baratas, sin embargo, su vida útil es muy corta. El 95% de la energía que genera una bombilla se transporta en calor, mientras tan solo un 5% sirve para iluminar. Por lo tanto, son muy poco recomendables.
Bombillas halógenas
Las bombillas halógenas, aunque sean pequeñas, tienen un gran poder de iluminación y una luz muy fuerte e intensa. Es un tipo de luz muy recomendable para trabajar y son más rentables que las incandescentes (consumen un 40% menos de energía). La desventaja más fuerte de las bombillas halógenas es que estas emiten mucho calor y su vida útil podría ser más larga (solo dura alrededor de unas 3000 horas).
Bombillas de bajo consumo
Las bombillas de bajo consumo tienen la gran ventaja de que su duración puede ser de hasta 15.000 horas, es decir, tienen una gran vida útil. Además, estas bombillas tienen un consumo energético muy bajo. La desventaja de ellas es que si por ejemplo las colocamos en sitios donde encendemos y apagamos las luces con demasiada frecuencia, estas bombillas pueden fundirse. Otra desventaja es que son un poco más caras (aunque también más rentables).
Bombillas LED
Las bombillas LED son de las más eficientes, gracias a su vida útil y su bajo consumo. Pueden durar unas 50.000 horas, consumen un 80% menos y apenas emiten calor. Lo único malo es su coste (que a la larga se vuelve rentable).